jueves, 21 de agosto de 2008

Detenidas en redada, migrantes esperan juicio y deportación

* Elaboran tejidos para enviar dinero a su familia

De la redacción/ Guatemala, Guat., 20 agosto 08 (CIMAC/Cerigua).- Veinticinco mujeres guatemaltecas y mexicanas indocumentadas, que fueron detenidas en mayo pasado después de una redada en una empresa de alimentos, en Postville, Iowa, Estados Unidos, se encuentran a la espera de ser juzgadas y con la preocupación de cómo mantener a sus familias.
De acuerdo con información de Nuestro Diario, las detenidas enfrentarán cargos por el delito de “robo de identidad” y actualmente fueron obligadas a portar brazaletes electrónicos de vigilancia en los tobillos, que les provocan moretones y cortadas.
Según relatos de las víctimas, pese a que hacían trabajos duros de 12 a 14 horas diarias cortando carne y ganaban de seis a siete dólares por hora, estaban contentas de poder ayudar a sus familias.
De acuerdo con el relato de varias detenidas, dado a conocer por Cimacnoticias el 29 julio 08, vivían condiciones de esclavitud, violaciones laborales y acoso sexual en la empacadora de carne propiedad de Agriprocessors Inc., en Postville, Iowa. En la redada detuvieron a cerca de 389 trabajadoras y trabajadores indocumentados, la mayoría de Guatemala, 27 son menores de 20 años de edad, incluso algunos de 13 años. Entre las jóvenes detenidas está Gilda, de 16 años, ciudadana guatemalteca, quien trabajaba de noche en el área de pollos, para ayudar a sus padres a pagar sus deudas.
PRISIÓN Y DEPORTACIÓN
Una vez en detención, (Cimacnoticias, 3 agosto 08), no fueron culpadas de violaciones administrativas, como ocurría usualmente, sino con agravantes de identidad, un delito grave. Les ofrecieron un arreglo: admitir su culpabilidad y restarles cargos, renunciando a sus derechos, como ser escuchadas ante un juez de migración. Pasarían cinco meses en prisión y después serían deportadas. O bien, pasar seis meses o más en prisión sin derecho a fianza, mientras esperaban fecha de juicio, para confrontar un mínimo de dos años de prisión, sentenciadas y después ser deportados de todas maneras.
Todas aceptaron el arreglo de cinco meses, después escucharon, en grupos de 17 personas, a un abogado y cada una contó con 30 minutos de consulta con el abogado. La propuesta de aceptar su culpabilidad es brutal, dijo entonces el diario New York Times, pero aceptaron el encarcelamiento en penales federales alrededor del país por ser una vía rápida para regresar con sus familias.
Nuestro Diario subraya que actualmente ellas no pueden trabajar y enviar dinero para sus familias, razón por la que comenzaron a elaborar tejidos, que venden, para enviar algo de dinero a sus seres queridos, mientras ellas viven de donaciones.

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