viernes, 8 de septiembre de 2017

Cuando te agarra el temblor y estás durmiendo



Eliseo Tejeda Olmos
Córdoba, Veracruz

Plaza Ámbar de Tuxtla Guitiérrez,
Chiapas,  después del sismo de 8.4
grados en la escala de Richter.
Desde 1973, cuando fue el temblor que afecto seriamente a Ciudad Serdán, Puebla y causó estragos en Orizaba, tan fuerte que se sintió en Xalapa, no había sufrido en carne propia otro sismo como el de la medianoche y primeros minutos de la madrugada de éste viernes 8 de septiembre de 2017.
Estaba durmiendo en un tercer piso, así que comprobé que mientras más alejado del suelo estás, cuando la tierra tiembla es difícil que no te des cuenta. Desperté porque una botella de agua que dejé cerca por si se ofrece en la noche, me cayó en una pierna, abrí los ojos y me quedé escuchando en la oscuridad que algo crujía y rechinaba.
No me asusté, pero no porque sea valiente, sino porque a estas alturas del tiempo y camino recorrido sé que si algo va a pasar, pasará. Dicen: si te toca aunque te quites, pero si no te toca, aunque te pongas.
Quise ponerme de pie pero no me fue posible, así que solamente me quede sentado a esperar a que terminara el temblor y me puse a pensar que si el edificio se caía, en dónde y cómo quedaría yo, tomando en cuenta que estaba en el último piso y no tenía encima de mi más que el techo de concreto.
Casi terminado el temblor, mi amigo Miguel Salazar se asomó el cuarto y me dijo: Cheo, hay que bajar, porque sigue temblando. Le contesté: voy, pero caminé hacia el baño primero. Luego tomé mi laptop desde la que escribo dos horas después de pasado el sismo que tuvo una intensidad de 8.4 grados en la escala de Richter de acuerdo al reporte del Servicio Sismológico Nacional que marcó las 23:49:20 como la hora en que se registró el temblor con epicentro a 137 kilómetros de Tonalá, Chiapas.
Como ha ocurrido y se está haciendo mala costumbre, primero se informó en las redes sociales que se han convertido en una ágil vía de comunicación pero a la que se suben muchos internautas para desinformar y aterrorizar a los demás.
Por ejemplo, leí que un edificio de la Unidad Habitacional Xalapa 2000, una de las más grandes en mi ciudad natal, se había caído. Mis amigos periodistas Hugo Cruz Ojeda y Javier Salgado Peralta desmintieron la versión y me tranquilizaron, pues estar lejos del terruño en situaciones como la de anoche te inquieta mucho.
Por estos rumbos, Orizaba- Córdoba, alguien en las redes sociales soltó la especie de que habían desalojado la clínica del IMSS y se había derrumbado la Sala de Urgencias. En este caso, los encargados de la comunicación social del Seguro Social aprovecharon las redes sociales para informar oportunamente:
"la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Sur, informa que labora de manera regular, ya que se han revisado todos los hospitales y unidades médicas de esta zona y ninguna de las instalaciones presenta daños considerables por el sismo de la noche de este jueves".
El reportero Miguel Castillo, de El Sol de Orizaba realizó un recorrido que incluyó la clínica del IMSS y otros sanatorios y reportó a la 1:25 de la madrugada que todo permanecía en calma después del susto por el fuerte temblor.
La rotativa de El Sol de Córdoba ha terminado de tirar las ediciones de ese diario y de El Sol de Orizaba. Comienza la jornada laboral del viernes 8 de septiembre de 2017. El temblor, ya pasó.

No hay comentarios: