viernes, 9 de mayo de 2008

Ejército y policías ingresan a Tetelcingo tras violencia por cambio de párroco


MIGUEL ÁNGEL CONTRERAS GAUSS / Tetelcingo, Coscomatepec, Ver.- Elementos del Ejército Mexicano y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) al medio día de este jueves ingresaron a la comunidad de Tetelcingo, donde el cambio del párroco –anunciado por la Diócesis de Córdoba- ha generado ya violencia.
En total, 60 militares en convoy, dos patrullas de la SSP y una más de la Policía Municipal de Coscomatepec, ingresaron al lugar del conflicto religioso, donde la mañana de este jueves inició una batalla campal entre los seguidores del padre Alfredo Jiménez y la parte acusadora (PAN).
Alrededor de las 09:30 minutos, cerca de 200 habitantes de la comunidad se apersonaron en la iglesia de San José de Tetelcingo, donde minutos después invadieron las calles para ir en busca de Jesús Reyes Barojas, ex síndico del ayuntamiento de Coscomatepec, y principal opositor del padre.
A las afueras de su domicilio y ante los gritos de “queremos qué chucho dé la cara” y “que explique el por qué de las acusaciones” “queremos a chucho, queremos a chucho” los manifestantes empezaron a tirar huevos y jitomates a su casa.
Minutos después al notar lo que ocurría Claudio Reyes, hermano de Jesús Reyes, grababa la manifestación, lo que enfureció más a los fieles católicos que le arrebataron la cámara de video y lo agredieron físicamente.
Los ánimos se controlaron minutos después y las cerca de 200 familias manifestantes –entre ellos niños- se retiraron a sus hogares amenazando con que el domingo esto podría empeorar.
Ante ello, este mismo medio día 60 elementos del Ejército Mexicano y de la SSP así como la Policía Municipal de Coscomatepec, ingresaron a la comunidad para solventar la violencia.
Dicha violencia se ha generado desde que el Obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal anunciara el cambio del padre Alfredo Jiménez Hernández por presuntos nexos políticos.
De allí que la gente y seguidora de Alfredo Jiménez se haya venido inconformando por el cambio, y el cual según ellos atribuyen a “que el Obispo movido, por dieciséis personas de la comunidad, quiere derrocar de manera falsa al sacerdote”.
Los militares sólo estuvieron por un lapso de 20 minutos en la comunidad donde realizaron un recorrido ante la mirada atónita de los lugareños, y de ahí se retiraron.
Hasta el cierre de está edición, una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública y la Policía Municipal se mantenían a las fueras de la parroquia de San José de Tetelcingo resguardando el orden.

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